Es necesario iniciar este pequeño estudio, haciendo mención del significado correcto de la palabra «infierno», para tener una mayor luz y mejor entendimiento en relación a este tema:
Infierno: del latín inférnum que significa: por debajo de, lugar inferior, subterráneo, tumba, sepulcro.
La Biblia fue escrita originalmente en los idiomas hebreo, pequeñas porciones en arameo y griego. En la versión Reina Valera 1960 encontramos las palabras Hades y Seol que no siempre son traducidas al español, pero tienen el mismo significado que la palabra infierno; en el idioma hebreo la palabra es Seol y en el idioma griego la palabra es Hades. Algunas versiones de la Biblia han intercambiado la palabra infierno por hades.
Veamos algunos ejemplos:
«Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción». (Salmos 16:10).
En el Nuevo Testamento, el apóstol Pedro citando ese pasaje del Antiguo Testamento dice:
«Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción». (Hechos 2:27).
Como podemos ver, tanto Seol en el Antiguo Testamento, como Hades en el Nuevo Testamento, significan lo mismo: sepulcro, tumba. Ambos pasajes hablan de Jesús, y dicen que su Dios y Padre no lo dejaría en el sepulcro, en la tumba, ni permitiría que su cuerpo viera corrupción.
Muchos creyentes tienen un concepto errado de lo que es el infierno, pues se les ha enseñado que es un «lugar de tormento», donde están las «almas» de las personas desobedientes, quemándose y sufriendo por «toda la eternidad».
Lo cierto es, que ese concepto es ajeno a la Escritura, porque la Biblia solo habla del lago de fuego que es un lugar que Jesús inaugurará en su regreso a la tierra, donde sí serán echados para destrucción todos aquellos que no se conformaron con las sanas palabras de nuestro señor Jesús ni obedecieron a la verdad del evangelio del reino de Dios. Pero el tema del lago de fuego lo abordaremos en otro estudio.
La Biblia es clara cuando afirma: «la paga del pecado es la muerte» (Romanos 6:23), no «una vida eterna de tormento».
Entonces, ¿qué ha pasado con todos los desobedientes de todas las eras que han muerto? Ellos duermen en la tumba (infierno), y serán destruidos en la segunda resurrección, así lo enseña la Biblia:
«La gran cantidad de muertos que descansa bajo tierra se levantará. Algunos se irán a disfrutar de la vida eterna, y otros pasarán vergüenza y serán despreciados por siempre» (Daniel 12:2 PDT).
«Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra» (Salmos 37:9).
«Mas los transgresores serán todos a una destruidos; La posteridad de los impíos será extinguida» (Salmos 37:38).
Ahora ya sabe que tanto la palabra hebrea Seol, como la palabra griega Hades y la palabra en latín Infernum significan lo mismo: Tumba, sepulcro y no un lugar de tormento.
Espero sea de bendición este aporte y sobre todo se les invita a que siempre verifiquen la información brindada, que se den la oportunidad de constatar por su cuenta y no por lo que han escuchado solamente.
"Sea con ustedes gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y del señor Jesús el Mesías, hijo del Padre, en verdad y en amor" (2 Juan 1:3).
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[…] La realidad es que, bíblicamente hablando el infierno, no es más que el sepulcro, la tumba, pero ese tema del infierno lo tenemos publicado en nuestro artículo anterior, lo puede leer aquí si gusta: El Infierno […]