YO Y EL PADRE UNO SOMOS

Hola amigos, en esta ocasión continuaremos con el segundo estudio de los varios que haremos en relación a los versículos que son sacados de sus contextos para enseñar en nombre de la Biblia cosas que la Biblia no dice.

Leamos el pasaje en su contexto, donde está el versículo en cuestión:

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos (Juan 10:27-30).

Quienes han sido adoctrinados bajo la influencia religiosa, enseñan y afirman que en ese pasaje Jesús estaba diciendo que él era Dios en la carne, cuando afirmó: Yo y el Padre uno somos.

Este es uno de los versículos más usados por los asistentes a las iglesias, según ellos, para «demostrar» que Jesús es Dios, porque así han sido enseñados, a repetir lo que sus lideres religiosos le dicen. Es tan así, que siempre que toco estos temas con ellos, todos me citan los mismos ocho versículos sacados de sus contextos que usan «de cajón», es decir, todos repiten lo mismo.

Antes de continuar, es necesario informarles lo que enseña la doctrina de la Trinidad a quienes defienden dicha doctrina, y esto es preciso, porque me he dado cuenta que muchos no conocen ni su propia religión, unos no están seguros y otros no saben ni en lo que creen. La doctrina de la Trinidad dice en resumen así:

«La fe católica es ésta: que veneremos un Dios en la Trinidad y la Trinidad en la unidad, no confundiendo las Personas, ni separando las substancias; una es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo; pero del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo una es la divinidad, igual la gloria, coeterna la majestad».

(Doctrina de la Trinidad, elaborada a través de varios concilios, entre el siglo IV y V. Después de Jesús, los apóstoles y el Nuevo Testamento).

Pero bien, vamos a las palabras de Jesús que son las que nos deben de importar y a quien debemos escuchar, ¿en realidad Jesús quiso decir en Juan 10:30 que él era «Dios en la carne» o «Dios el hijo»?

Jesús es un maestro y enseñaba con destreza y sabiduría, sus palabras no hallaban cabida en la mayoría que lo escuchaban, por sus palabras unos deseaban seguirlo y otros matarlo, hoy en día eso no ha cambiado.

Leamos en contexto ese mismo pasaje que tanto citan, en su contexto inmediato, dice que los judíos lo rodearon y le preguntaron si él era el Cristo, que se los dijera, a lo que Jesús responde: «Ya se lo he dicho y no me creen» (Juan 10:24-25).

Note que los judíos querían saber si Jesús era el Cristo prometido por Dios en las Escrituras, no una segunda persona de alguna trinidad. Lo más llamativo aquí es la respuesta de Jesús: Ya se lo he dicho, es decir, sí soy el Cristo.

¿Y qué implica ser el Cristo que había de venir en el contexto israelita? significa que es un hombre ungido y comisionado por el único Dios verdadero.

Luego Jesús retoma su discurso sobre las ovejas, ya que anteriormente en ese mismo capítulo 10 estaba enseñando que él es el buen pastor que da su vida por sus ovejas, ahora retomando su enseñanza, dice que «sus ovejas oyen su voz y le siguen, él les da vida eterna y no perecerán jamás ni nadie las arrebatará de su mano» (v27-28).

Inmediatamente a eso, Jesús dice en el versículo 29: «Mi padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre».

A como pueden leer, antes de llegar al tan usado versículo 30, Jesús ya contradice totalmente a quienes creen que él y Dios son coiguales, al afirmar: Mi Padre es mayor que todos. Sí mayor que todos, incluyendo al mismo Jesús. ¿Notaron la diferencia al leer en contexto? Nosotros estamos llamados a ser cristianos de pasajes completos, de relatos bíblicos y no cristianos de versículos.

Con esas palabras de Jesús en ese mismo pasaje, creo que bastaría para que las personas entendieran que Jesús nunca se igualó a Dios, sin embargo, y para pesar del mismo Jesús, los asistentes a las iglesias no lo están escuchando, no le están prestando atención a sus palabras y por ello, nos vemos en la necesidad de extender la explicación.

Si leyéramos en el idioma original en el que fue escrito el Nuevo Testamento que es el griego, fácilmente nos daríamos cuenta de lo que en realidad Jesús quiso decir, pero al tener una traducción en nuestras manos, resulta imposible trasladar de un idioma a otro todo el significado de las palabras. Esto es un ejemplo de lo ambiguo que pueden resultar las traducciones algunas veces.

En nuestro idioma español hay dos géneros: masculino y femenino. Sin embargo, en griego existen tres: masculino, femenino y neutro. En el español solo quedan del neutro algunos casos alejados, por ejemplo el pronombre «ese» que es masculino, «esa» que es femenino y «eso» que es neutro. Pero para el término «uno» no existe esa distinción en nuestro idioma.

En el idioma griego la palabra «uno» tiene esas tres variaciones de géneros de las cuales les vengo hablando:

  • εἷς: Uno (masculino).
  • μία: Uno (femenino).
  • ἕν: Uno (neutro).

Entendiendo esto, veamos la expresión griega usada por Jesús en el versículo 30: ἐγὼ καὶ ὁ πατὴρ ἕν ἐσμεν. (egó kaí o patír én esmen).

En la expresión original griega de: «Yo y el Padre uno somos», Jesús usa el adjetivo: ἕν para «uno», el cual es neutro, no masculino, por lo que Jesús no está diciendo «yo y el Padre somos una misma persona», sino que siendo honestos con la traducción, se debe de traducir: «una misma cosa», uno en un mismo propósito.

Esa debería de ser la traducción más correcta, aunque no la utilizan porque no se leería bien en español decir que Dios es «una cosa», por eso lo dejan traducido: «somos uno», sin explicar más nada, aunque esto implique que se pierda el significado correcto de lo que Jesús quiso decir.

Ahora bien, esto no solo lo sé yo, ni solo yo lo digo, apreciado lector, esto no es algo que usted mismo no pueda corroborar, de hecho, permítame mostrarle que aun la versión Nueva Traducción al Inglés (NET por sus siglas en inglés), que es de inclinación trinitaria en Juan 10:30 tiene una nota que dice lo siguiente:

ἕν es neutro, no masculino, por lo que la afirmación no es que Jesús y el Padre sean una persona, sino una «cosa».

-Nota de la versión New English Translation (NET).

Y eso está a un solo clic de que usted lo verifique, si usted tiene dudas, puede tomar la responsabilidad de hacer la tarea por su cuenta y confirmar lo que aquí se les está mostrando.

Asimismo, puede corroborar a través de otras versiones al español que sí traducen el significado correcto que Jesús quiso dar en esa frase, de hecho, la primera traducción que hizo Casiodoro de Reina lo traduce correctamente, así como también varias versiones de la Reina Valera posteriores, entre otras versiones, veamos:

«Yo y mi Padre vna coſa somos» (Juan 10:30 versión Biblia del Oso 1573).

«Yo y el Padre una cosa somos» (Juan 10:30 versión Reina Valera Antigua 1602).

«Yo y el Padre una cosa somos» (Juan 10:30 versión Reina Valera 1909).

«Yo y el Padre una cosa somos» (Juan 10:30 versión Biblia del Jubileo).

Así pues, queda claro que Jesús dijo que él y su Padre son uno en propósito, y de esa misma forma Jesús oró al Padre y nos mandó a nosotros sus seguidores a ser uno con él y el Padre:

«Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno» (Juan 17:21‭-‬22).

Las dificultades que he encontrado en la mayoría de personas a las que les comparto el mensaje de la Biblia, es que algunos están cómodos en la ignorancia y no quieren salir de su comodidad y a otros les da temor investigar por su cuenta, ya que en la religión les intimidan a que no deben cuestionar nada, sino solo escuchar y repetir lo que se les dice y ante cualquier indicio que presenten de querer escudriñar o cuestionar las doctrinas heredadas, son candidatos para señalarlos de rebeldes y hasta los expulsan de las congregaciones, haciéndole honor al credo católico que termina diciendo: «… a estos los anatematiza la iglesia Católica».

Ese es el temor al que la mayoría de los asistentes a las iglesias se enfrentan y por el cual deciden permanecer sometidos en el error, aunque estudios como estos les haga ver las cosas, ellos prefieren callar, y eso es lo más lamentable.

Evidentemente, solo los valientes heredarán el reino de los cielos. Hoy te animo a escudriñar, a darte la oportunidad de cuestionar tus propias creencias heredadas y a tomarte el tiempo de corroborar si las cosas en realidad son así como te las han enseñado. Jesús dijo: «Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti Padre, el único Dios verdadero y a Jesús el Cristo, a quien has comisionado» (Juan 17:3).

Espero que esta enseñanza te haya aportado algo y te haya dado luz para continuar por el camino y entendimiento correcto, para llegar a la meta que es entrar en el reino de Dios.

Espere pronto los siguientes artículos de esta serie, que este su servidor estará compartiendo con todos ustedes, en relación a los versículos que muchos usan, sacados de sus contextos, unos por ignorancia y otros en pleno conocimiento, para afirmar algo que no enseña la Biblia. Por su atención, muchas gracias mis apreciados.

«Le pido a Dios que los trate con mucha misericordia, paz y amor» (Judas 1:2).

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